Estaba a años luz de comprender la verdadera esencia de esta canción. Lógico. Era tan pequeña, tan inocente, tan inmadura... tan feliz en mi ignorancia.
"Parece que aun estuviéramos ahí, los dos, a oscuras, completamente solos. Tú, abriendo tu alma a mi, como otras muchas veces. Yo, sin saber que hacer, escuchando cada tibia palabra que se escapaba de tus labios, sintiéndome viva, útil como persona, sabiendo que alguien por fin me había elegido a mí, sintiéndome especial, sintiéndome única por aquello.
Y ahora, ahora siento quemaduras por toda mi piel. Siento que ya no queda nada de lo que fui un día. Un réquiem. Cenizas. Carbonizada por el dolor, por mis propias llamas de ira, y sabiendo que he quemado a demasiada gente que quiso acercarse a ayudarme. Entre ellas, tú.
Ahora tus propias alas arden, mientras intentas apagarlas, con miedo, sin saber porque la persona a la que más amas te hace daño. Ahora mis alas están rotas, extirpadas, no hay libertad, ni sueños, no hay nada, solo hay un vacío en mi que se hace más grande y más grande.
¿A donde lleva todo esto? ¿Por qué he llegado hasta este punto? No me reconozco. No sé quien soy en realidad. Me siento vacía, sucia, me odio a mi misma por hacer daño a quienes amo y me rodean. No sé que está mal. Y no sé como arreglarlo. Y me siento estúpida por ello. Y sólo puedo llorar.
Me prometí a mi misma que te cuidaría y que nadie te haría daño nunca más.
Y lo peor es que yo misma he roto esa promesa y no me puedo perdonar."
No hay comentarios:
Publicar un comentario